El trágico asesinato de Paloma Gallardo y Josué Salvatierra, dos adolescentes de Florencio Varela, ha conmocionado a la comunidad y a la justicia. El 27 de febrero, ambos jóvenes fueron reportados como desaparecidos y, posteriormente, hallados sin vida en un descampado de la localidad.
Recientemente, se ha ordenado la toma de muestras de sangre a los familiares directos de las víctimas. Esta medida busca comparar perfiles genéticos y encontrar un posible rastro ajeno a la escena del crimen. El abogado Aníbal Osorio, representante de la madre de Paloma, confirmó que los padres y hermanos de los adolescentes accedieron voluntariamente a este análisis en un esfuerzo por identificar al agresor.
Investigaciones en curso y nuevas evidencias
La fiscalía, bajo la dirección de Darío Provisionato, ha ordenado el allanamiento de un galpón cercano al lugar donde se encontraron los cuerpos. Durante esta operación, la Policía Federal y la DDI local incautaron un teléfono celular que está siendo analizado por el área de cibercrimen, buscando cualquier indicio que pueda aportar a la investigación.
Además, desde la querella se ha solicitado a la fiscalía que se realice la extracción de ADN a todos los sospechosos identificados, quienes aún no han sido detenidos. Se espera que estos análisis puedan cruzarse con otros rastros encontrados en la escena del crimen o en las pertenencias de las víctimas.
Detalles del caso y la hipótesis de los investigadores
Paloma y Josué fueron vistos por última vez el 27 de febrero, cuando supuestamente se dirigían al gimnasio. Sin embargo, nunca llegaron a su destino y dos días después fueron hallados muertos en un descampado de Bosques, cerca de un puente ferroviario.
El informe forense reveló que ambos fallecieron a causa de un traumatismo encefalocraneano grave, con fractura de cráneo y hemorragia cerebral. En el caso de Paloma, se detectó también una lesión cerebral letal.
La causa ha sido caratulada como homicidio criminis causa, lo que indica que el asesinato se habría llevado a cabo para ocultar otro delito. Los investigadores sugieren que los adolescentes podrían haber sido testigos o víctimas de un hecho delictivo que llevó a su ejecución.
El impacto de las nuevas pruebas en la investigación
Las recientes pruebas genéticas y el material tecnológico incautado podrían ser determinantes para avanzar en la causa y lograr progresos en una investigación que, hasta ahora, no ha resultado en detenciones. La comunidad sigue esperando respuestas y justicia para Paloma y Josué, mientras la fiscalía intensifica sus esfuerzos por esclarecer este trágico caso.
Es esencial que la sociedad esté atenta a este tipo de situaciones y apoye las iniciativas que buscan justicia. La colaboración de todos puede ser fundamental para resolver crímenes y asegurar un entorno más seguro para todos. ¡Estemos vigilantes y activos en la búsqueda de justicia y verdad!
